Donde hoy se encuentra la plaza 25 de Mayo, estuvo parado hace más de 400 años el capitán español Luis Romero de Pineda, primer poblador de lo que entonces era Pago de los Arroyos. Sus dominios comprendían: desde el río Paraná al este, el arroyo Ludueña (anteriormente Saladillo) al norte, al sur los territorios comprendidos en los que hoy es Arroyo Frías y Arroyo Seco, y al oeste todo lo que no tuviera dueño. A su muerte todo el territorio quedaría en mano de sus dos hijas. Aquí se produciría la primera partición de las tierras.
Posteriormente se volvería a dividir en muchos solares para su venta. Un párrafo aparte merece Santiago de Montenegro, vecino llegado desde Santa Fe en 1724, el fletero, ganadero, agricultor y pulpero, quien en 1757 dona el solar donde hoy está ubicado el casco histórico, con el fin, entre otras cosas, de donarle a la iglesia el lugar donde se estaba construyendo una capilla que diera asilo espiritual a los habitantes. Esta donación junto con otras marcan el inicio de la urbanización del poblado.
¿Qué es el casco histórico?
El casco histórico alude al núcleo de edificaciones más antiguos de la ciudad. En el caso de Rosario el casco histórico tiene como centro la Plaza 25 de Mayo. La misma ocupa una manzana y está definida por las calles: Santa Fe, Buenos Aires, Laprida y Córdoba.
La plaza conserva en la actualidad el nivel de altura original de la ciudad, es decir varios centímetros por encima de la actual edificación. Su vegetación no es natural y antiguamente estuvo rodeada de una verja.
Los edificios que se encuentran entorno a la plaza 25 de Mayo son los siguientes:
Museo Municipal de Arte Decorativo Firma y Odilo Estevez
El Museo se ubica en un espacio clave del casco histórico, ya que está sobre el terreno que integró la primera partición urbana del Pago de los Arroyos. Los muros del museo son los únicos que se mantienen originales sobre la calle Santa Fe entre Laprida y Buenos Aires.
La casa originalmente fue habitada por la familia Ibarlucea, quien le diera el aspecto que aún hoy la casa-museo conserva, su forma de casa chorizo y la fachada de estilo italianizante toda revestida de mármol de Carrara que se mantiene original.
En el año 1921 la familia Estevez compra la casa, el matrimonio de origen español había logrado una gran fortuna con una yerbatera: “La Yerbatera Paraguaya 43”. Durante sus frecuentes viajes a Europa los Estevez fueron adquiriendo una vasta y variada colección de objetos, obras de arte, muebles y demás.
En 1964, y por medio de un testamento, Firma Mayor, ya viuda, decide donar la casa a la municipalidad de Rosario junto con toda su colección y mobiliario con el fin de que se convierta en un museo. Finalmente en 1968 la casa abre como Museo de Arte Decorativo tal cual fue el deseo de Firma.
Palacio Municipal
El edificio por su relación con la Catedral, el palacio de Correos, y la Plaza 25 de Mayo, conforman el casco histórico de la ciudad.
En 1860, ubicado donde hoy está el Palacio de los Leones, se encontraba la primera sede de gobierno municipal, conocida como “Casa Municipal”. Un edificio de apenas una planta y dos habitaciones con un revestimiento de adobe. La promulgación de la misma se llevó a cabo en 1858 por el entonces gobernador de la provincia de Santa Fe, Rosendo Fraga.
En 1884 el intendente Octavio Grandoli propuso la ampliación de la casa y posteriormente solicitó la construcción de un nuevo edificio más acorde a una ciudad que crecía en importancia y en habitantes.
Para 1888 los planos estaban realizados y para comandar el proyecto se había escogido al arquitecto italiano Gaetano Rezzara, cuyo proyecto había sido elegido mediante licitación y el mismo consistía en una obra italianizante de corte renacentista. La edificación es una obra de tres plantas sumamente compacta con un almohadillado que cubre, de mayor a menor, toda la fachada y rematado en la parte superior con el reloj público.
En 1890 se demolió el antiguo edificio y el 10 de diciembre de 1891 se coloca la piedra fundacional.
Los Leones guardianes: Frente al palacio, a cada lado de las escalinatas de ingreso al edificio, se alzan dos leones de mármol de Carrara que fueron donados por el entonces intendente Agustín Mazza (antecesor a Carrasco), es por ello que el edificio es también conocido como “Palacio de los Leones”. Los mismos fueron adquiridos en Italia y son réplicas exactas de otras emplazadas en la escalinata de San Lorenzo de Génova.
Basílica Catedral Nuestra Señora de Rosario
La catedral que hoy es uno de los edificios más imponentes que tenemos en la ciudad fue en sus inicios una humilde capilla construida de ladrillos de barro y techo de paja.
Luego, una segunda construcción fue levantada, en el solar que donara Santiago de Montenegro. La misma será terminada de construir en 1762 y se mantendrá en pie hasta 1802, pero la precariedad con la que estaba construida hizo que fuera necesaria una remodelación. Así se da inicio a la tercera remodelación que se mantendrá en pie hasta 1834, edificación que sufrió graves destrozos durante la guerra civil argentina en el año 1819.
En 1834 comienza la demolición de la antigua capilla, para ahora si levantar el edificio. La tarea fue encargada al arquitecto Timoteo Guillen. A partir de ese momento el pórtico tendrá un estilo griego. Dos campanarios circulares fueron emplazados en los ángulos extremos del frente que hoy en día conocemos con la construcción de torres y una cúpula.
En el año 1920, volverá a sufrir modificaciones, en este caso se le agrega el ingreso principal, y la cúpula central. El frente adoptaría un estilo renacentista debido a sus seis columnas de estilo corintio.
Finalmente, en 1934 con la erección canónica de la Diócesis de Rosario, la antigua capilla de Pago de los Arroyos, se nombraría oficialmente catedral.
Cabe destacar que la historia del actual nombre de la ciudad y de la antigua capilla, están entrelazadas. Cuando se iba a celebrar el primer bautismo en 1731, se envió desde Santa Fe, todos los ornamentos necesarios para dicho rito y entre ellas una imagen de la virgen del Rosario. La cual fue adoptada por la reciente villa. A partir de ese instante la capilla fue conocida como capilla del Rosario, y los habitantes como rosarinos.
Palacio de correo
El primer edificio que se construyó donde hoy está el Palacio de Correo data del año 1748, luego se demolería y entre los años 1929 y 1938 se levantaría un nuevo e imponente edificio. La obra estuvo a cargo del arquitecto Ángel Guido, el cual dotó a la actual fachada de un estilo afrancesado. En 1997 el edificio fue declarado Monumento Nacional Histórico.
Torre de Guido
La actual fachada es, en realidad, parte de una tercera renovación que estuvo a cargo del arquitecto Ángel Guido. Su idea era construir una torre sobre la cima, que convirtiera a dicho edificio en el más alto del país. Sin embargo, luego del golpe de 1930, se ordenó la detención de la construcción, aduciendo falta de presupuesto. Aunque extraoficialmente se creía que desde Buenos Aires y desde la catedral presionaron para que se abandonara la idea inicial. Pese a los reclamos de personalidades e instituciones de renombre de la ciudad, el gobierno nacional no dio el brazo a torcer.
Monumento a la bandera
El río Paraná era un lugar de tránsito para los barcos realistas durante la época de guerras de independencia. Para frenar este avance el general Manuel Belgrano colocó dos baterías uno en las orillas rosarinas y otro en las islas. Sería durante esta misión que Belgrano enarbolaría por primera vez, el 27 de febrero de 1812, la bandera argentina, convirtiendo a Rosario en la cuna de la bandera.
En el año 1940 se pondrá en marcha un tercer proyecto de monumento a la bandera (los dos primeros fracasaron por distintos motivos). Los ganadores del concurso fueron los arquitectos Ángel Guido y Alejandro Bustillo. La idea original fue de darle al monumento la forma de barco.
La construcción está dividida en tres partes:
La Torre Central: mide más de 75 m de altura. En su base se encuentran distintas esculturas de los dioses del Océano Atlántico y Río de la Plata, y la Madre Patria. Dentro hay un ascensor que lleva a un mirador, y debajo está la cripta de Belgrano, donde hay una figura de Bronce del General realizada por Fioravanti.
El Propileo: donde se encuentra la llama votiva que muestra el fuego sagrado de la argentinidad, también la urna que contiene las cenizas de los Granaderos muertos en la batalla de San Lorenzo. Debajo del propileo se encuentra la sala de las Banderas.
Escalinatica Cívica monumental: cuyos escalones recuerdan el sacrificio y el duro trabajo de formar la república.
Edificio Bola de Nieve
En la esquina que conforman las calles Córdoba y Laprida se alza el edificio Bola de Nieve. Es una réplica exacta de la sede que la compañía de seguros poseía en Buenos Aires.
El edificio es un claro ejemplo de las edificaciones del siglo XIX, en la cual el estilo italianizante será desplazado definitivamente por las propuestas del academicismo francés. Además, el Bola de Nieve tuvo el honor de ser el edificio más alto de la ciudad durante los primeros años del siglo XX.
Siguiendo el recorrido por peatonal Córdoba encontramos otro edificio histórico emblema de la ciudad:
Jockey Club
El Jockey Club de Rosario fue inaugurado en el año 1916, durante la presidencia Alfredo J. Roullion. Se encuentra emplazado en la esquina de Calle Maipú y Peatonal Córdoba.
El proyecto se le encargó al arquitecto francés Eduardo Le Monnier, el estilo responde al academicismo galo, muy presente en muchos edificios emblemáticos de la Argentina del siglo XX. Sobre la cima está rematado con una cúpula de base octogonal.
El edificio por dentro consta de tres niveles decorados por vitraux, pilastras y paredes enteladas en seda, además de vigas de madera y refinada boiserie. A esto se le suman arañas de bronce y cristal, alfombras de diversos orígenes y colección de cuadros. Entre las esculturas más destacadas se encuentra "Cabeza de Mujer", obra de Alberto Lagos.